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martes, 24 de febrero de 2015

Una sospecha tentadora

          El Instituto donde trabajo anduvo un día completamente revuelto. No era para menos. Jordi Évole y su productora nos habían elegido como parte argumental de alguno de los capítulos de “Salvados”. Por lo que pude vislumbrar y me contaron fue un día intenso. En estas ocasiones aprende uno que una hora de emisión debe costar cien horas de trabajo.
            Andaba la muchachada revuelta, dispuesta a conseguir un selfie con el rostro famoso, todo un logro con el que fardar entre familiares y amistades. Siempre me ha llenado de curiosidad ese magnetismo secreto del personaje conocido cuyas virtudes personales rara vez aventajan a las de las personas anónimas. ¿Qué valor añade a tu persona ser un rostro conocido, reconocible en medio de una multitud…? Yo creo que esa notoriedad conseguida en los medios, en estos tiempos donde todo es efímero y pasa de forma acelerada, es en sí misma una manifestación de éxito. El éxito, en cualquiera de sus confusas y efímeras manifestaciones, es la causa del magnetismo. Queremos aproximarnos al triunfador para ver en qué consiste el éxito y para ver si su contacto nos contagia.
            El Centro, en general, vivió una experiencia nueva que generaba expectativas. Hombre, ¡qué bien! “Salvados” se interesa por nosotros, un Instituto Público provinciano y humilde en el extrarradio de Sevilla.
            Pero, tras la sorpresa grata viene siempre la pregunta desconfiada ¿Y qué quieren?  ¿Qué hemos hecho?
            El motivo que adujo la productora de Salvados es que andaba elaborando un programa sobre la Educación Financiera en los Planes de Estudio de los Centros y que, picando en cualquier buscador de Internet, era el IES Pino Montano de Sevilla el más activo aparentemente, el de mayor presencia en las redes sociales y el que acumulaba mejores resultados en concursos nacionales. 
            Buceando en nuestra historia reciente, eso es absolutamente cierto. Educación Financiera se ha convertido en un referente de los proyectos del Centro, porque elabora proyectos de trabajo colaborativo para desarrollar competencias imprescindibles en el mundo laboral que el alumnado habrá de afrontar alguna vez, si el mercado laboral se normaliza algún día. Y cuando ha participado en el concurso nacional de ideas creativas en este aspecto, concurso que patrocina el Banco de España y, quizás, las controvertida Comisión Nacional del Mercado de Valores, siempre se ha colocado entre los puestos de honor.
            Educación Financiera persigue también dotar de conocimientos imprescindibles en el ámbito económico agresivo, y en muchas ocasiones inmoral, que nos rodea y que gobierna gran parte de nuestras vidas. Es de suponer que nadie con unos mínimos conocimientos financieros habrá sido arrastrado al timo colectivo de las “preferentes” con las que muchas instituciones financieras españolas, por llamarlas de alguna manera, han esquilmado los ahorros a sus clientes más indefensos.
            Pero, descreído por razones de edad y por la costumbre campesina de observarlo todo con cierta parsimonia, dudo mucho de que nuestros éxitos humildes justifiquen la curiosidad de “Salvados”.
            Intuyo que el olfato agudo del programa persigue alguna pieza de mayor cornamenta. Intuyo que anda en liza la Ley Wert y su propuesta de suprimir Educación para la Ciudadanía para sustituirla por Educación Financiera.
       Por si alguien sintiera la tentación de considerarnos adalides de la Ley Wert  que han adelantado el desarrollo de sus propuestas, el proyecto de Educación Financiera en el IES Pino Montano es anterior a la propia LOMCE, y ha convivido con la enseñanza de Educación para la Ciudadanía.            
     Más me inclino yo a pensar que “Salvados” andaba hilando una trama que dé pie a un debate de mayor calado.
            Educación para la ciudadanía pretendía transmitir valores democráticos de convivencia y de respeto mutuo, así como el respeto a la Ley; quizás también hablaríamos algo del reparto desigual e injusto de la riqueza y de derechos humanos. Ya dije a Wert en una entrada que, suprima lo que suprima, seguiremos hablando de esos temas. Es algo inherente al pensamiento humanista, una tradición que tiene milenios de antigüedad, mientras él es sólo un ministro perfectamente prescindible que no dejará memoria de su paso por esa función digna, porque la ha convertido en un instrumento dañino de los intereses de una minoría ideológica y económica. Tumbaremos su ley en cuanto sea posible. Y el gobierno lo sabe.
            Y Educación Financiera nace desprestigiada en el imaginario colectivo, porque la mayor parte de las actividades financieras de las que tenemos noticias están bajo sospecha. Intuyo que “Salvados”, como yo mismo, sospecha que esta asignatura se presta a la transmisión del pensamiento único y a la justificación pretendidamente científica de que la única realidad económica en el mundo global es la que nos ha tocado vivir, resultar competitivos con Bangladés, aceptar trabajos inseguros y precarios a tiempo parcial, o no tener ningún trabajo.
            Tampoco estoy seguro de que sea esa la intención de “Salvados”. Es solo una intuición.
            De lo que sí estoy completamente seguro es de que el nombre de una asignatura no puede servirnos para alimentar prejuicios. Lo que se enseña tiene mucho que ver con la visión que tiene del mundo  y del ser humano quien lo enseña. Y eso no lo cambiarán La OCDE, la LOMCE que sigue sus dictados al pie de la letra, ni una legión de ministros venenosos. Soy integrante de la profesión más libre y más resistente de la tierra.
            No puedo asegurar con  datos fidedignos que el capitalismo dominante esté buscando la puerta para adentrase en el corazón mismo de los Centros de enseñanza, colonizando con sus postulados irracionales la mente de las generaciones futuras desde la propia adolescencia. Quizás ni siquiera lo necesite, porque le sobran instrumentos.
            Pero es una sospecha tentadora.          


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