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viernes, 30 de noviembre de 2012

Un crimen de Estado


           Que este país es un territorio sin dueño que el capital comienza a repartirse parece ya fuera de toda duda. El control de cualquier resistencia ciudadana está bien calculado. La OCDE, que es como una ONG internacional cuyo objetivo  sea la extensión por el planeta de la explotación humana para el beneficio del capitalismo internacional y sin banderas, ha venido a burlarse de este pueblo, a solazarse en la miseria que cerca a buena parte de la población en forma de desempleo y de abandono por parte del Estado.
            Alaba las políticas de Rajoy, sicario y alumno aventajado a fin de cuentas de ese selecto grupo de torturadores de la población mundial con medidas económicas que lastran el desarrollo de los países, aumentan la pobreza y condenan a la exclusión a buena parte de los habitantes del planeta. Pero las considera insuficientes. Como a un animal cercado por la jauría, a este país hay que agotarlo más, hasta que, exhausto y desangrado, sea incapaz de ofrecer resistencia.
            La OCDE recomienda – en realidad, refuerza las posiciones de la Troika-  subir más el IVA, abaratar más los despidos, especialmente los improcedentes, reformar el sistema de pensiones para que los jubilados cobren menos y las viudas pierdan dicha protección, acabar con las deducciones en el IRPF por planes de pensiones, suprimir con carácter retroactivo las deducciones por la compra de vivienda, y endurecer los requisitos para las percepciones por desempleo, entre otras imprescindibles medidas para hacer frente al déficit.
            Recomienda, además, bajar las cotizaciones sociales a cargo de las empresas. Las empresas no tienen nada que ver con la situación económica; parece justo evitarles los efectos dañinos que la misma ha echado sobre nosotros. La disminución de ingresos se compensa con la subida del IVA, se carga sobre la economía de los más pobres, sobre el copago de servicios que la Constitución nos garantiza.
       No se le ha escuchado al mensajero de los poderosos del mundo unidos, ese Mercurio del crimen organizado, ni una referencia a la reforma fiscal, a la economía sumergida, a los evasores fiscales conocidos y protegidos por una ley injustificable, a la necesidad de generar empleo como único motor creíble para la recuperación. 
        Ni una palabra. 
     Ha venido a recordarnos que la crisis es un asunto de los pobres y que los pobres debemos afrontar el pago de la usura con que la que  sus socios, los evasores, los trileros del mundo financiero, los creadores de paraísos fiscales, se han adueñado del futuro.
            Confieso que desconozco la razón que los impulsa a apretarnos el dogal que nos asfixia. ¿Se impacienta el capitalismo internacional que necesita la ruina definitiva del país para repartirse nuestros despojos? ¿Son como una bandada de buitres que gira en círculos sobre nuestras cabezas, impaciente porque no acabamos de morir definitivamente...?
            Nuestro futuro próximo está ya diseñado  y lo conocemos. Somos una de las economías más apetecibles del planeta, más de un billón de euros de producto interior bruto. Somos, también, una de las economías más indefensas. En consecuencia somos también un país en venta. Ya no valemos gran cosa después del empecinado proceso de depreciación al que nos tienen sometido el capitalismo internacional y este gobierno, cómplice necesario del crimen horrendo de desprestigiar nuestro pasado y de hipotecar nuestro futuro.
       Las condiciones para invertir en nuestra ruina son extraordinarias: millones de parados, predispuestos a aceptar cualquier migaja en forma de empleo; las condiciones laborales más desprotegidas de los países de nuestro volumen económico; una sociedad confusa, indefensa, desesperada; un gobierno cómplice que prepara la tierra y la abona para la explotación oportunista; y un estado en venta, la oportunidad extraordinaria de acceder a la subasta de servicios fundamentales donde la clientela está garantizada, educación, sanidad, y atención a personas dependientes, por citar algunos.
   Da la impresión de que este destino resulta inevitable, de que todos los actores políticos - y me refiero a los partidos - han aceptado que este país no tendrá otro futuro que el que el capitalismo internacional ha preparado para nosotros. 
    Pero es un destino inaceptable. No creo que lo aceptemos sin rupturas.
    Si la izquierda no encauza, pronto, con un programa que responda a nuestras reclamaciones justísimas, el desencanto colectivo, la indignación creciente, será corresponsable de un futuro con profundos desgarros, con violencia social. 
       Estallaremos.
    Y las consecuencias serán imprevisibles. No nos están dejando otro camino, porque la distribución de las consecuencias de la crisis que generó el capitalismo irresponsable es un crimen.
     Un crimen de Estado.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Si Don Quijote cabalgara de nuevo

 Si Don Quijote cabalgara de nuevo moriría de vergüenza. En un lugar de esta España malherida, cuyo nombre conocemos de sobra,  gobierna - es un decir- María Dolores Cospedal. Ese llano universalmente famoso por las andanzas del maltrecho caballero de la triste figura, será pronto conocido, también, como el más grande vertedero del país, de los muchos que hay, donde se van pudriendo lentamente los derechos humanos. Un vertedero gobernado por una mezcla de la ambición y la fría determinación de una mujer cínica, autoritaria,  enemiga de su propio parlamento del que ha expulsado de hecho a la oposición dejando a los diputados sin remuneración, sin reparos morales de ningún tipo para recortar todos los servicios  públicos, mientras coloca a sus afines a buen recaudo de la crisis.
            Uno diría, sin miedo a equivocarse, que en su afanosa lucha por alcanzar la cúspide de su laberíntico partido, ha dejado olvidada la conciencia y no ha encontrado ocasión de echarla en falta.
            Si el cinismo político necesitara un rostro, ese es el rostro de Cospedal.
            Castilla-La Mancha es la campeona de los recortes en educación a nivel nacional. 400 millones de euros. Porcentualmente, multiplica por diez las reducciones en la mayor parte de las comunidades. Infinidad de plazas de profesorado interino han sido suprimidas. 
            Ahora la Consejería de Educación de la Comunidad Manchega oferta plazas de sustitución a titulados en paro, sin cobrar, a cambio de puntos para futuras oposiciones, que no convocará en sepa dios los años. Cospedal necesita esclavos voluntarios.
            ¡Cinismo puro! ¡Indignidad irrespirable! ¡Desvergüenza política que nunca habíamos visto!
            Se suprimen puestos de trabajo necesarios y se pretende cubrir ese servicio sin pagar por ello. Mientras, el dinero de nuestros impuestos se destina a cubrir el déficit financiero que políticos y banqueros irresponsables o corrompidos han generado de común acuerdo. 
            Lo peor es que habrá quien se preste.
            Lo peor es que la crisis va cubriendo paulatinamente sus objetivos sociales, agotarnos, dejarnos indefensos, inseguros, aislados los unos de los otros en nuestra desesperanza y nuestro miedo. Alguno habrá que acuda a la llamada  necesitado de agarrarse al clavo ardiendo del silbido de la serpiente para mantener un asidero de normalidad en su vida; incluso las mentiras más terribles generan esperanza en los incautos y en los desesperados. 
            Esto es sólo un blog humilde y provinciano; sería demasiada pretensión llegar a la conciencia de demasiada gente, pero si alguno de vosotros se sintiera tentado, sabed que un esquirol es quien acude a hacer el trabajo de otro obrero en huelga. Pero que hacer gratis el trabajo de un obrero que ha sido despedido es un crimen que aún no tiene nombre. Cospedal acaba de crearlo y aún no ha dado tiempo a que pase por la pila bautismal de las invenciones monstruosas y deformes.
            Ninguna necesidad puede hacernos renunciar a la dignidad. Si la perdemos, el declive moral está ya asegurado para siempre. Será irrecuperable. Aceptaremos la esclavitud como salida. Aceptaremos que una persona es sólo mercancía. 
    Si alguno de vosotros aceptara, sabed que se haría acreedor a un círculo espeso de silencio, de vergüenza ajena, de aislamiento séptico. Sabed que arrastraría el resto de su vida el peso de una cadena vergonzante al cuello, la marca a fuego que una vez portaron los esclavos, con el agravante de que sería una esclavitud libremente aceptada, insolidaria y estúpida.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Un monstruo conocido vuelve a Europa

   Las inhumanas condiciones impuestas por los países vencedores a Alemania en la Primera Guerra Mundial y las consecuencias devastadoras de la crisis del 29 en las economías europeas generaron la peor manifestación política que hayamos conocido en la Historia contemporánea y con las peores consecuencias en cuanto a pérdida de vidas humanas.
   La humanidad se horrorizó al descubrir hasta dónde alcanzó la crueldad y la irracionalidad nazi en la aplicación de sus principios racistas. "Nunca más",- nos dijimos, al día siguiente de descubrir el horror que produce el racismo, esa locura de considerar que hay seres superiores e inferiores en la familia humana.
    Pero el "nunca más" no es un principio estable en nuestras vidas.
    La crisis del 2007 que ha tenido un desarrollo semejante y un tratamiento obtuso , irracional y peligroso, pare su propio monstruo como un hijo clonado de aquel otro. 
    En las elecciones griegas de mayo del 2012, un partido nazi griego , Amanecer Dorado o Aurora Dorada, conseguía el siete por ciento de los votos y veintiún escaños. Su enemigo natural, el inmigrante; su política, los atentados y las amenazas contra cualquier extranjero que se encuentre en Grecia, al que acusan de todos los males de la patria. Es un racismo generalizado, injusto,violento y obsesivo que obtuvo el siete por ciento de los votos emitidos. Según encuestas recientes es un partido que crece en intención de voto, mientras la derecha europeísta que gobierna se hunde por las presiones de sus socios naturales, los gobiernos europeos.
  Los Nazis también eran una insignificante minoría en sus primeros tiempos, pero en 1932 obtuvieron casi catorce millones de votos con un programa pangermanista y antisemita. Fueron el partido más votado.
   El resto está, desgraciadamente, en los libros de Historia y grabado a fuego en nuestra memoria colectiva.
   La extrema derecha húngara, presente en su Parlamento, exige que se haga pública una lista de judíos húngaros, porque son un peligro para el país. No os hablo del pasado. Hoy en noticia en buena parte de la prensa europea.
   Esa petición me resulta familiar.
   La crisis va gestando sus hijos naturales, poco a poco, de forma gradual. Son hijos de padres múltiples,  viajeros, que  caminan unidos y vuelven a casa de forma intempestiva a dejarnos su inmunda descendencia cada cierto tiempo. 
   No sé cuántas veces habrá de repetir la humanidad sus errores para aprender por fin cuál es la verdadera razón de nuestra vida.
  A los políticos que gestionan los destinos de la Europa actual quizá nunca nadie les explicara esa lección terrible de la Historia. Eso parece. La derecha europea alimenta un cáncer en sus propias entrañas. Quizá nunca se curó definitivamente. 

martes, 27 de noviembre de 2012

El cerco

   Lentamente el círculo se cierra. 
  Cada paso fue programado de forma eficaz en conciliábulos al que acudieron puntuales los artífices del pronunciamineto contra las libertades y los derechos. Acudieron los de siempre, el capital y la derecha política, cogidos de la mano. Si miramos con atención, en la foto de familia no faltan tampoco capelos cardenalicios. Están siempre ahí, junto a sus cómplices históricos, junto a cualquiera que les garantice beneficios y les ayude , con su poder usurpado, a controlar la libertad y la conciencia humana, a las que tanto temen.
      Por ahora, ni unos ni otros han necesitado la complicidad de generales insatisfechos y muy pagados de la dignidad de sus estrellas de hojalata, prestos a tirar del espadón para poner patas arriba los principios constitucionales, restablecer el orden de toda la vida y poner al enemigo a buen recaudo entre las tapias de los cementerios, en el mejor de los casos, o en tumbas comunes en cualquier predio perdido donde ni dios encuentre sus esqueletos y el rastro de su memoria. 
      Este golpe está siendo incruento, sin cañones, sin tropas moras cargando con el sable desenvainado contra el pueblo indefenso. Este golpe está siendo paulatino, progresivo, imparable, pero sin fusilamientos al amanecer, sin desfiles triunfales, sin masas enfervorizadas por la visión del vencedor . Y , lo que es peor, este golpe está siendo con el consentimiento de una buena parte de los damnificados. 
       Y con la complicidad de Europa. Estamos condenados.
      No podemos negar que saben bien su oficio. Son conscientes de que sus planes son un crimen. Y han desarrollado enormes dosis de cinismo, habilidad para la manipulación y la mentira, y capacidad de criminalización del enemigo. Son expertos, cargan con siglos de experiencia.
       La máscara , tras la que disfrazaban sus intenciones al principio, empieza a no ser necesaria. Cada vez están más convencidos de su fuerza. Lo llaman necesidad, medidas imprescindibles para salir de la ruina, pero es una perífrasis desafortunada y torpe. Su nombre es dictadura. 
       Desmontan el estado que garantizaba derechos , libertades y servicios. 
       Conculcan la igualdad efectiva ante la ley con cada  real decreto.
      Convierten en leyes generales sus principios morales - o inmorales- sin respetar la libertad de conciencia.
       Burlan al Parlamento
      Desprestigian a las instituciones públicas
      Desmembran los servicios públicos para entregarlos a la explotación de sus cómplices clientelares
      Protegen con nuestro impuestos a los causantes de la crisis financiera
      No corrigen situaciones injustas que tienen su origen en leyes de principios del siglo pasado , como los desahucios
      Cargan las necesidades de control del déficit sobre los injustos impuestos indirectos, sobre los salarios de los trabajadores públicos y sobre las condiciones insoportables de los trabajadores por cuenta ajena.
      Amnistían a los corruptos y a los grandes defraudadores
      Huyen como del diablo de una reforma fiscal que haga aflorar la economía sumergida, lastre a las grandes compañías y a las grandes fortunas con impuestos ajustados y depure las actividades fraudulentas en paraísos fiscales tolerados
     Condenan a las personas sin recursos a la miseria y a su suerte desgraciada; será voluntad de dios
     Ponen precio a la protección judicial para alejar a los más desvalidos y peor tratados de la tutela de los jueces
      Y, desde luego, no olvidan que resulta imprescindible controlar la información que recibe la masa para mantener la sumisión, la conciencia de que la situación es inevitable, de que lo tenemos merecido por haber vivido por encima de las posibilidades de un país miserable que un día se creyó rico. Desmontaron la mejor televisión pública que hayamos tenido en nuestra vida y la colonizaron con periodistas de collar y cadena, amaestrados en otras escuelas de manipulación. Y , si algún medio aun presumiera de cierta independencia, los cómplices se encargan de marcar su territorio y de recordarle de quién es el verdadero poder y cuáles son sus instrumentos: el control policial y el dinero.
     Dos botones de muestra resultan suficientes. Nos extrañaba que la SEXTA mantuviera en pantalla programa críticos con el poder establecido. Ha llegado la hora de ponerla en su lugar.
      Las grandes compañías eléctricas han puesto precio a la cabeza del periodista Jordi Évole que ha desenmascarado sus procedimientos inmorales, y de abuso con los consumidores. Todas ellas tienen en nómina a influyentes políticos cesantes de todos los partidos para garantizarse la complicidad de cualquier gobierno y acceder a subvenciones cuantiosas del estado  y , a pesar de la confrontación de intereses entre ellas,  son más fuertes las complicidades y los beneficios derivados de la manipulación del mercado y de los precios; de hecho, funcionan  como un monopolio con el perjuicio de los usuarios. El capital le recuerda a la Sexta quién gasta dinero en publicidad. Suponemos que han solicitado la cabeza de Évole en una bandeja de plata a cambio de mantener sus cuotas de publicidad en la cadena. Es su procedimiento. El dinero lo compra todo. Puestos en la tesitura de escoger entre la supervivencia y la independencia, ¿qué haría cada uno de nosotros? 
    Sólo cabe esperar. Si Salvados sale de la parrilla de la Sexta en breves fechas, propondría un boicot duro y repentino a la cadena. Inmediato. Radical. La publicidad no tiene valor alguno sin telespectadores. Que la empresa elija si es más importante el capital de los anunciantes o la cuota de pantalla, sin la cual no habrá negocio posible.
    El otro botón de muestra afecta también a la Sexta. Casualidades de la vida. Una camarógrafa que grababa un desahucio fue detenida en Sevilla y se le ha requisado su cámara y el material grabado. Generalmente estas personas, que suelen trabajar como free lance, son los dueños de su material de trabajo. Resalto este aspecto porque es importante reseñar que se la ha privado , también, de su medio de vida.
    En este caso no ha sido el capital , directamente al menos, sino el poder político. La Delegada del Gobierno en Andalucía deberá dar explicaciones de qué delito cometió la periodista que cubría un acontecimiento social muy relevante; ella era nuestros ojos; nuestro testigo objetivo, la encargada de trasladar a la sociedad los hechos desnudos sobre los que nosotros hacemos valoraciones morales y tomamos decisiones. No han atentado sólo contra ella , contra la libertad de prensa, contra el derecho a la libre circulación de información. Han atentado contra todos nosotros.
   La llaman democracia. Pero los datos objetivos apuntan a que vivimos en una dictadura de manual. ¿O no?
  En Europa, Hollande se había salido del guión. Un brote verde de izquierda afloraba en el país vecino. Quién sabe si la cerilla que acabara incendiando el bosque. No hay que temer incendio alguno. La Troika ya le ha recordado cuál es el camino verdadero. Y las agencias de calificación le han hecho llegar la amenaza impecable de que pueden encarecer hasta el infinito sus necesidades de financiación modificando su calificación. Por si había dudas.
   Hoy, la verdad,  no sé si estoy desesperado, furioso o tristísimo. 
      
   
       
      

domingo, 25 de noviembre de 2012

Dios,si alguna vez se fue, ha vuelto a la política

       La humanidad parece un animal modorro, condenado a perder la orientación de forma cíclica, a caminar sin rumbo por un entorno hostil y poco aprovechable. Llegar a esta conclusión, después de toda una vida intensa y consciente, resulta doloroso.
            Huérfano de otra fe en la que refugiarme, aposté por la fe en la cultura para dotar a la existencia humana de goces, amor a la verdad, autoconocimiento, equilibrio, consistencia emocional, juicio crítico, conciencia social, humor, universalidad, generosidad y respeto a los demás.
            Confiado - incauto, diría yo- en la capacidad transformadora de esa fe que compartíamos tantos, puse mi esperanza en una Europa solidaria, laica, culta, sin fronteras, dispuesta a superar sus contradicciones y su pasado plagado de desmesuras y de sangre.
            Esa esperanza ha sido defraudada. Quizá sea culpa mía. A veces, uno no selecciona demasiado bien los fundamentos sobre los que cimenta su esperanza. Es tanta la necesidad de vivir con esperanza, que a veces perseguimos espejismos y fantasmas.
            La Europa real que contemplamos en toda su miserable realidad esplendorosa es la Europa especulativa, insolidaria, nacionalista una vez más; la Europa de los paraísos fiscales, la de los islotes financieros a salvo de la intervención de los estados; la de los políticos profesionales, aislados de la problemática de la ciudadanía, rehenes de la economía artificial estructurada en torno a los intereses de una minoría inmoral y dominante; la Europa envejecida y egoísta, que desprecia al inmigrante; la Europa que labró su historia reforzando a los estados y ahora los destruye y les arrebata sus funciones primordiales.
            Una Europa débil. Una Europa marginada, incapaz de defender a sus ciudadanos del acoso sangriento al que la ideología ultraconservadora nos somete. La Europa que un día abanderó la libertad y el humanismo es hoy rehén de integrismos capaces de avergonzarnos.
            El Parlamente Europeo, con el voto unánime del Partido Popular Europeo, acaba de elegir Comisario de Sanidad y Consumo a un católico ultraconservador. Se define como enemigo hostil del aborto, del matrimonio entre personas del mismo sexo y del divorcio. Su postura personal es legítima mientras no trascienda de la esfera de su propia vida privada. Nadie lo obliga a divorciarse, por ejemplo. Lo inaceptable es que las convicciones personales en materia moral o religiosa se conviertan en programa político de obligado cumplimiento para el resto.
            Viktor Orbán, primer ministro húngaro, católico conservador, afirma sin reparos que la función que Dios encomienda a su partido es la de actuar como vigía para poner orden en su país. Y lo está haciendo en contra de jueces, maestros, médicos, sindicatos y trabajadores en general, tras dejar sin contenido la libertad de prensa.
            Malo, cuando es Dios el soporte de la actuación política. Malo, siempre. Los mensajeros de Dios no necesitan justificarse ante sus conciudadanos. Ya se sabe que Dios escribe derecho con renglones torcidos. Y que es muy amigo de utilizar intérpretes de sus mensajes indescifrables. Representa, además, una autoridad indiscutible y absoluta.
            Eso debió pensar el representante demócrata  en la Cámara de Kentucky y pastor baptista que en 2006 logró que la Cámara aceptase imponer una condena de un año de cárcel a ateos o agnósticos que rechazasen una referencia a Dios en los símbolos del Estado. 
            La lógica haría pensar exactamente lo contrario. Imponer una condena a quienes no respetasen la libertad de conciencia de los demás e impusiesen sus creencias privadas de forma coercitiva sobre la comunidad.
         Eso sería lo lógico, pero la lógica ha huido de nuestras vidas para dejar paso a los intereses espurios, a las imposiciones arbitrarias y a la impunidad de los que anteponen su fe a nuestros derechos. Son los agnósticos y los ateos de Kentucky los que andan de pleitos para que se reconozca su derecho a disentir de una manifestación oficial de fe que no comparten, en un país donde la constitución consagra la separación efectiva entre las diferentes Iglesias y el Estado.
            Así que la esperanza en un mundo sensato, respetuoso de cualquier credo que no niegue los derechos humanos y que, a su vez, respete la organización civil se ha diluido. Las religiones nacieron con ansia de dominio, de poder, de sometimiento. Los dioses surgieron como instrumento de poder. El paso de los siglos no ha dulcificado su ambición. Están ahí, acechando, esperando la debilidad de la sociedad civil para establecer de nuevo su dominio.
            Aspiraba a convivir en paz con los creyentes. Parece que muchos de ellos necesitan la confrontación. Desde luego, no respetaré a quien no se siente obligado a respetarme, a quien desprecia mi conciencia. Es legítimo devolver golpe por golpe en asuntos como este.
            Ojo por ojo y diente por diente a los irracionales que se sienten legitimados para imponernos sus temores.
            No otra cosa es la fe, sino miedo a la muerte y a la nada.

sábado, 24 de noviembre de 2012

AEIPARTHENOS (Άεί παρθένος) Siempre Virgen

  Me arriesgaré a soportar la condena merecida.
            “Si alguno no confiesa, de acuerdo con los Santos Padres, propiamente y según verdad por madre de Dios a la santa y siempre Virgen María, como quiera que concibió en los últimos tiempos sin semen por obra del Espíritu Santo al mismo Dios Verbo propia y verdaderamente, que antes de todos los siglos nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le engendró, permaneciendo ella, aun después del parto, en su virginidad indisoluble, sea condenado”.
Concilio de Letrán (649)

            La redacción resulta enrevesada, pero creo que se entiende. ¡Ay de aquellos que nieguen la virginidad de María! Irán al infierno de cabeza, por los siglos de los siglos.
            Hoy le llevaré la contraria a Benedicto XVI, este papa curtido en el oficio durante muchos años de ejercicio de gran inquisidor.
            En realidad, no tiene mérito alguno. No tengo el más mínimo temor a la condenación eterna. Tampoco en ese aspecto soy demasiado original, lo sé, lo acepto, lo reconozco. Pueden excolmulgarme, si los hace felices. Por mi parte, no he apostatado aún por pura pereza. Creo que hay un registro por ahí donde se puede solicitar. Te pondrán trabas burocráticas de todos los diablos, pero con persistencia, uno puede borrarse del registro universal de las personas bautizadas. En fin, da igual; me registraron sin mi consentimiento. Una ilegalidad por la que no pienso reclamar. Mi tiempo también tiene valor.
            La única condena que tengo asimilada es que, un día, este regalo  que llamamos vida tocará a su fin. De casta de muerto venimos y hay que entregar el testigo a los que vengan luego. Tengo establecido que la poca energía que aun quede en mis cenizas vuelva, si no es demasiada molestia para otros, a la dehesa que me vio crecer. Ya me dio esa tierra suficiente. Justo es devolverle aquella parte inerte de mí que la vida pueda aprovechar.
            No tengo miedo alguno a esa amenaza de los padres conciliares reunidos en Letrán ¡Les vayan dando!  Ventajas del agnosticismo. Puedo pecar sin temor alguno al fuego eterno.
            Así que hoy voy a contradecir a Benedicto.
            Acaba de publicar un libro en el que niega que asistieran al parto de María dos inocentes testigos, cuya única función sería caldear la cuadra desolada de diciembre. Al parecer no había por allí ni buey ni mula. Falta saber si será considerado pecado mortal mantener la tradición en los portales hogareños, aquellos que tengáis esa costumbre ¿Habrá que confesarse, si uno mantiene las dos figurillas arrodilladas junto al pesebre? Y de otro modo, ¿qué hacer con las figuras? ¿Es legítimo reciclar figuras de contenido religioso, quien sabe si incluso bendecidas? ¿Será sacrilegio abandonarlas en el contenedor de la basura? ¿Cómo explicarles a los niños de la casa el destierro de dos animales imprescindibles de la navidad? ¡Joder, Benedicto, la has liado!  A ver qué necesidad había de este follón.
   Pero esa cuestión, con toda su trascendencia, resulta secundaria. Benedicto XVI afirma en dicho libro que lo que no admite discusión alguna es la virginidad de María. Fue virgen antes, durante, y después del parto por voluntad de dios, aunque os resulte extraño. 
    Casi no hacía falta recordarlo. Ya lo dejó establecido como dogma de fe Pío IX en 1854. Fue un papa de ascendencia aristocrática, epiléptico, último rey temporal de los Estados Pontificios antes de la unificación de Italia, que luchó lo indecible contra la autonomía de la sociedad civil y anatemizó a socialistas, comunistas, liberales, matrimonios civiles, y condenó la participación de los católicos en la actividad política, incluyendo el sufragio. Todo un tipo.
            Sospecho que fue, además un bipolar de manual, un enfermo mental no tratado en aquellos tiempos. Su última ocurrencia, en el concilio Vaticano I, fue establecer la infalibilidad papal. En esas estamos. El papa no se equivoca nunca. Luego María permaneció virgen, a pesar de todo.
            Lo de la infalibilidad papal escandalizó a la curia ¡Qué ocurrencias tiene este loco! Pero nadie ha corregido aquel dislate todavía. Será que proporciona beneficios.
     Supongo que la afirmación de Benedicto – yo le supongo racional como alemán legítimo- tendrá sus fundamentos. Tengo para mí que Dios se ha actualizado. Debe haber algún portal celeste en el que se aloje una web sagrada, o casi, con clave secreta y exclusiva para el sumo pontífice. En el campo desplegable de los archivos, ordenados en el tiempo, uno podrá acceder a los acontecimientos más notables de la cristiandad. El nacimiento de Jesús estará entre los primeros acontecimientos dignos de mención, grabados con extraordinaria calidad. Imagino que a Benedicto le estará permitido asistir a la primera navidad, emocionado. Habrá visto aparecer la cabeza sanguinolenta de dios hecho hombre entre los muslos de su madre que gritaría de dolor ante la turbación y la inseguridad del carpintero. Habrá visto que no había por allí ni rastro de esos animales que consagró la tradición. De los pastores no ha trascendido nada. Es de suponer que llegaron más tarde. Pero su afirmación sobre esa virginidad indiscutible presupone una grabación más minuciosa. Puedo imaginar esa cámara divina, intemporal, impúdica, obsesiva, abriéndose paso entre la bolsa placentaria, entre las heces, entre la hemorragia, y, ¡oh milagro!, dejar a la omnisciencia papal una prueba evidente de la virginidad de la escogida entre todas las mujeres; allí, intacto, incólume, resistente, el himen de María.
       Podemos mantener productivo el negocio de la devoción mariana, sin problemas morales.  Fue siempre virgen.
       Seguramente la humanidad de hoy no tiene otra preocupación mayor que el de la virginidad de María. 
    La injusta distribución de la riqueza, la insolidaridad entre las regiones de la tierra, el hambre y las carencias de elementos fundamentales para una vida digna que afectan a un tercio de los seres humanos de la tierra, la desigual aplicación de los derechos humanos, la indignidad que soporta una buena parte de la humanidad en sus condiciones de vida, no merecen la reflexión serena y ejemplar de quien se tiene por el líder espiritual de muchos millones de creyentes. 
      El Vaticano es un sepulcro blanqueado. Entre sus severos y seguros muros se concentra la mayor cantidad de hipócritas, cínicos, negadores en la práctica de los principios básicos del cristianismo primigenio, ateos con capelo cardenalicio, manipuladores, intrigantes palaciegos, blanqueadores de capitales ilegítimos y evasores de impuestos de la tierra. Prácticamente , un tercio del mercado negro que Italia soporta se cuece entre sus muros. Joyas, obras de arte, coches de lujo, ropas de diseño exclusivo, delicadezas exclusivas, como el caviar iraní o los vinos de las bodegas más selectas del mundo , comienzan en las estancias  del Vaticano, donde los residentes no pagan impuestos, su recorrido por el mercado negro, lejos del control de fisco. Salvo rara excepción, ninguno escaparía ileso ante un tribunal civil razonablemente objetivo.
     ¡ Quizá si el libro de Benedicto XVI afrontara las reformas necesarias para corregir tanta podredumbre, merecería la pena su lectura!
        Ninguna institución en la historia de Occidente ha hecho más daño a la condición femenina que la Iglesia. ¡Ninguna! La corriente misógina que ha teñido nuestra historia tiene su origen en el libro del Génesis, que echó sobre los hombros frágiles de Eva la culpa de los males que nos cercan.
        En el siglo XXI que  es testigo de una sociedad evolucionada, igualitaria, sensible en estos temas, infinitamente más racional, en la mayor parte de las zonas desarrolladas de la tierra, el Vaticano sigue defendiendo que la dignidad femenina reside en una membrana insignificante y obsoleta. María es venerable porque mantuvo intacto el precinto de garantía. De otro modo, habría que expulsarla de los lugares de culto, al menos, de su posición de privilegio. 
      Teorías de una casta enfermiza, obsesionada, torturada por su concepción sucia de la sexualidad humana, que es como decir de la naturaleza humana. 
       Espero y deseo que aquella María, madre de un profeta nazareno del que nos quedan rescoldos en la historia, tuviera una vida plena y una sexualidad razonablemente satisfactoria, como corresponde a una existencia decente. Es lo mismo que deseo para cualquiera.
        Aceptaré por ello mi condena, si se tercia. 
     Tengo por verdad contrastada que una membrana intacta no hace mejor a un ser humano. Tengo asumido que la sexualidad humana forma parte de nuestra propia vida como elemento imprescindible para la conservación de la especie, pero que es indiscutiblemente  un  factor de equilibrio emocional, gozoso, sociabilizante, beneficioso y saludable para la integridad de la persona. 
          La suciedad sólo reside en mentes enfermas y obsesivas. Y, en ocasiones,demasiadas ocasiones, en sus actos depravados, los que afloran a ráfagas de la intrahistoria local de las iglesias, cuyas páginas están llenas de crímenes, abusos, represiones y degeneración humana.
      Si hubiera un dios, los habría fulminado, cansado de que ensucien su nombre y malinterpreten su voluntad.
          

   

jueves, 22 de noviembre de 2012

Exclusión

    Todas las carencias de gestión política y económica recaen sobre los mismos pilares, los más pobres, los menos responsables de esta crisis. Gallardón excluye del recurso a la justicia a la mayor parte de sus conciudadanos. Habremos de pagar si queremos recurrir a la justicia para reclamar su protección ante cualquier derecho que estimemos conculcado. Y la mayor parte de esas tasas judiciales resultarán prohibitivas para casi todos nosotros. 
      Da igual que la Constitución consagre nuestro derecho a recurrir a la justicia, a que el tercer poder nos preste protección. De hecho, son ya palabras sin sentido, porque a esa protección le han puesto precio y resulta un filtro demasiado selectivo. Tu causa será justa, de libro, pero tú no tendrás acceso a la justicia. El Partido Popular ha decidido que ese es un derecho reservado en exclusiva a los más ricos.
     Sólo una conclusión cabe sacar de todo ello, la que hemos repetido hasta la saciedad. El modelo social de este partido que gobierna está sacado de los manuales políticos del siglo XIX. 
    En la práctica, la Constitución del 78 es ya papel mojado. Y la nueva Constitución que el Partido Popular nos ha impuesto sin necesidad de aprobación, sólo tiene un artículo universal y válido: tendrás todos los derechos que puedas costearte.
   Ya cansa repetir este mensaje , pero resulta imprescindible. No es nuestro gobierno, es nuestro enemigo, un virus nocivo que destruye el tejido social, los derechos que tanto costó dejar establecidos. No es el gobierno, es una enfermedad agresiva y la tenemos enquistada en los órganos vitales del tejido democrático de esta sociedad. Lo están destruyendo. Desvirtúan treinta años de conquistas sociales y de convivencia pacífica.
     No es la crisis. Es la intencionalidad de establecer una barrera infranqueable entre los ciudadanos, de consagrar y aumentar las diferencias sociales y de goce de derechos según el nivel de riqueza.
      No es la crisis; es la política revanchista de la derecha obsesionada con consagrar la desigualdad humana como único modelo que refleje  la realidad económica.
       Y lo están logrando.
      Y guardamos silencio.
     Y no surge el proyecto que acumule la energía colectiva que tanta indignidad nos va provocando cada día.
     La derecha ha recuperado un principio olvidado, la lucha de clases. No contentos con las abismales diferencias en la distribución de las rentas, se han empeñado en que la igualdad ante la ley sea una quimera. La desigualdad de las rentas ha de verse plasmada en la desigualdad de derechos. Habrán pensado que sin privilegios que establezcan las merecidas diferencias , el modelo social no hace justicia a los dueños del mundo. ¡Que se note quien manda!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Un año ya


    Hace ya un año. El miedo, la decepción, la inseguridad, la incultura histórica y política, la necesidad de castigar a quienes intuíamos que estaban traicionando sus raíces y nuestra confianza le otorgaron la mayoría absoluta a un partido que se presentaba con una agenda oculta. La Buena Nueva  ultraliberal, bajo cuya luz y guía la FAES había sido bautizada, confirmada y sacralizada por el ínclito Aznar, al fin encontraba el terreno abonado a sus desmanes, sin necesidad de proclamarse a los cuatro puntos cardinales. Como dios manda y como era de rigor. En ello están.
     Sí que hubo errores antes. Sería absurdo negarlo. Pero desde entonces, la decadencia en libertades, derechos, empleo, acceso a los servicios públicos, actitud democrática de las Instituciones, respeto a la diversidad, respeto a la libertad de expresión y manifestación, la perdida de contenidos del Estado Democrático en suma, ha sido incomparable con ninguna otra etapa desde la Transición.
   Un año ya. 
   In memoriam de la España que perdimos enciendo mi voz como un velón funerario. 
  Ya solo aspiro a no perder la esperanza. Un año de soportar indignidades cansa mucho, pero era lo esperado. La ausencia de alternativas políticas creíbles cansa infinitamente más. No sólo fallan los que están, si estamos convencidos de que no nos representan. Fallamos, sobre todo, nosotros que no inventamos alternativas que sí nos representen. Somos un país con vocación de náufrago. Expertos si se trata de maldecir al capitán y a la tripulación cuando hace agua el barco. Pero nadie coge la bomba para achicar el agua. Nadie coge el condenado remo que nos impulse a salir de las aguas peligrosas. Nadie se atreve a acordar la singladura con los otros y a tomar el timón entre sus manos. 
    Hace ya un año que maldecimos en todos los registro conocidos. 
    El barco que nos lleva no se mueve; cada vez más escorado amenaza un hundimiento clamoroso. Rondan los tiburones, cuyo instinto no falla cuando se trata de seleccionar a sus presas;  vemos sus amenazantes aletas sobresalir entre las olas encrespadas. 
     Desde la derecha inhumana se nos acusa de aspirar a un estado protector y equitativo, vivir por encima de nuestras posibilidades lo definen. Nuestro pecado es ése, aspirar a una vida razonable cuando ellos nos tienen diseñada la esclavitud legal y la miseria, para que una minoría viva por encima de las posibilidades que marca la decencia y la razón.
     ¡Maldita sea la hora en que los pueblos confían en  gente como esta!
    

lunes, 19 de noviembre de 2012

Han ganado los nuestros

     Leí no hace demasiado tiempo una oportuna cita relacionada con las elecciones americanas. Venía a decir que en los Estados Unidos sólo caben dos posibilidades, o gobiernan los conservadores, o gobiernan los reaccionarios.
     En esta ocasión, el sentido común y el huracán Sandy permitirán gobernar a los conservadores. En ocasiones la propia naturaleza se encarga de desmontar las teorías peregrinas que defienden la minimización del Estado, ese depredador de nuestros beneficios, ese ladrón legal que nos saquea mediante los injustificables impuestos, según la tesis republicana. 
      La verdad, no veo yo a la ExxonMobil, General Motors, a Coca Cola, o a la General Electric, por citar sólo algunos de los mascarones de proa del gran capital americano, yendo a socorrer a los ciudadanos afectados por una catástrofe natural.
       La cuestión que hoy viene  a esta crónica es, cuando menos, curiosa. Europa ha respirado aliviada con el triunfo de Obama.
            Sin embargo, eran las propuestas del Partido Republicano las más coincidentes con la actual política europea. Eliminación de prestaciones sociales, como los programas de caridad sanitaria, libertad absoluta al capitalismo financiero, control del déficit y rebajas de impuestos a los más ricos. Ni un miserable dólar para potenciar el empleo. Y dificultades múltiples para la integración de los inmigrantes. Programa elaborado por blancos, misóginos rijosos casi todos, ricos, hipócritas de corazón duro, frecuentadores de iglesias, envejecidos, satisfechos de sí mismos y necesitados de saberse minoría privilegiada y dominante; partidarios de privatizar cualquier servicio público rentable y de reconvertir el resto en programas de beneficencia para los más desvalidos. En fin, reaccionarios.
      De hecho, es el Partido Republicano el único referente internacional que aplaude  las medidas políticas de Merkel. En los planteamientos básicos, coinciden. Y eso habla a las claras de lo necesario que resulta en Europa sustituir a los reaccionarios que gobiernan el continente, aunque sólo sea por conservadores como Obama.
        Este conservador ha apostado durante los últimos años por lo urgente frente a lo necesario, en palabras de Paul Krugman, el Nobel de Economía; lo necesario es el control del déficit, pero lo urgente desde el punto de vista humano es la generación de empleo. Obama ha devuelto actualidad  a Keynes, mientras la Unión Europea lo ha dado por muerto. Pero Europa respira aliviada. 
       En realidad, el capitalismo industrial respira aliviado. Vive de nuestro consumo. Las gallinas no pondrán huevos en los nidales si les falta el maíz en  el barreño. Las políticas del control de déficit que han ido contaminando el mundo desarrollado desde ese antro que gobierna Europa amenazan con una gran recesión mundial. De haber ganado  el Partido Republicano, la recesión y la exclusión social de grandes capas de población del mundo desarrollado estaban garantizadas. De momento hemos salvado, como en el tenis, un “match ball”.
       En nuestro caso ya no sé con qué carta quedarme. ¿El Partido Popular es un partido esquizofrénico o es, sencillamente, la mayor aglomeración política de cínicos que haya conocido la historia reciente?
         Tiene como referencia en su actuación un programa elaborado por la FAES, inspirado punto por punto por el programa del Partido Republicano de los Estados Unidos; en Julio, el parlamentario popular de la Comisión de Economía del Congreso, Fernando López Amor, celebraba la muerte de Keynes certificada por la Unión Europea, como una victoria política de su partido; pero hace escasos días, un senador por el Partido Popular al que se preguntó si su partido estaba muy decepcionado con la derrota republicana, respondió con gesto de dignidad herida que no cabía decepción.
     “Han ganado los nuestros”, dijo el hombre. 
   Curioso, cuando menos. Porque buena parte de la prensa afín afirmaba taxativamente que en Estados Unidos había ganado la izquierda.
     Ciertamente, la lectura predilecta de Obama es el Manifiesto Comunista.
     Y  Keynes es de izquierdas. De extrema izquierda, diría yo. 
    Como cada una de las personas desesperadas que salen a la calle a protestar por las políticas de este gobierno. Huelgas políticas secundadas por la extrema izquierda. Así las califican los voceros de entrañas corrompidas por el servilismo al capital. La mayoría de ellos esclavos mal pagados, esbirros con nóminas de hambre, perros agradecidos y mal alimentados. No saben vivir con dignidad. Sólo se sienten vivos y reconfortados si el amo les acaricia el lomo agradeciendo su fiereza o su veneno. Un día, sin duda, ellos dejarán de ser necesarios y acabarán en la cuneta. Sólo entonces descubrirán, si la servidumbre les ha dejado intacta alguna parte del cerebro, que el Estado resulta imprescindible, porque el Estado somos todos con una obligación moral irrenunciable: cuidar de cada uno de nosotros. 
     Goebbels acabaría en el paro si volviera a nacer. Por ineficaz en habilidades manipuladoras; por no ser suficientemente canalla e inmoral como para merecer una nómina entre los que nos envenenan el aire con su palabra y con su aliento. 
        Pues eso: "¿Quiénes hemos ganado?"
        "¡Los nuestros!"



           
            
            

viernes, 16 de noviembre de 2012

Por si quedaban dudas

    Los dos partidos mayoritarios no han podido consensuar ni la reforma leve de la ley hipotecaria. Ni siquiera se han podido poner de acuerdo en la manera de afrontar el grave problema que los desahucios están planteando a una buena parte de la población.
    En este caso dudo de que al partido que gobierna no le hubiera gustado avanzar un poco más en las concesiones que anda demandando la sociedad civil. Necesita frenar el deterioro que sus medidas están generando en su imagen y la sangría de votos que en un solo año de gobierno ha experimentado entre quienes le otorgaron la mayoría absoluta. No le habría venido mal un gesto de sensibilidad hacia los más  castigados por la crisis.
   Pero no ha tenido la más mínima oportunidad. Quien gobierna  en realidad le ha marcado los límites. Tenía razón la letrada que invité a compartir mi blog recientemente. La Ley Hipotecaria es un asunto que exige un profundo pacto de Estado que las fuerzas dominantes no van a permitir. Faena de aliño, galimatías que nada aclara a nadie, mucho menos a los afectados, y a esperar el próximo desahucio o el próximo suicidio.
  Las presiones de Europa, de la Banca internacional y de la Banca nacional han debido ser insoportables sobre este gobierno cautivo. Un porcentaje elevadísimo del negocio bancario de la Unión Europea se asienta sobre las hipotecas. El capitalismo que ahora gobierna los países, especialmente aquellos más debilitados por la situación de dependencia económica, que son  aquellos en los que el sistema financiero propio más irresponsablemente se comportó durante los años de bonanza, no puede permitir que se abra una brecha en la estructura de uno de sus pilares de dominio sobre la población trabajadora. Largas hipotecas, casi de por vida, cuyo pago exige un tercio o más de los ingresos familiares. Un tercio o más de nuestros ingresos ya tienen dueño; lo tenemos condicionado casi de por vida a cambio de gozar del derecho a la vivienda digna - o casi- que establecen todas las constituciones europeas. De eso se trata, de convertir nuestra necesidad en beneficio propio.
  Una reforma de la Ley Hipotecaria en España, un territorio especialmente sensible por las consecuencias de la política europea de control asfixiante del déficit sin ninguna concesión al empleo, podría abrir una brecha de proporciones considerables en la, hasta ahora, impunidad del sistema financiero para el abuso y la mala praxis, que se vienen denunciando. 
    Europa parece adormecida socialmente; la derecha domina en las urnas de casi todos los países; incluso, los extremismos de la derecha más radical y ultranacionalista  asoman su sucia faz a muchos parlamentos. Pero habrá un día en que la izquierda europea abandone ese retiro acobardado en el que se ha sumido, se detenga un momento en su alocada desbandada, encuentre de nuevo el vínculo con sus raíces históricas y decida aprovechar la lección cotidiana que el pueblo está brindando de que es posible plantarle cara al capitalismo.
    Quién sabe si no será España la primera en abrir esa puerta. Esta ciudadanía está demostrando redaños y conciencia. Sólo falta ese proyecto de izquierdas que nos ofrezca , otra vez,  una bandera que podamos seguir sin temor a ser decepcionados, traicionados, ignorados, desahuciados, empobrecidos, engañados, entregados a los leones en el circo de los intereses económicos de una minoría sin patria y sin conciencia.
   Pero ha de ser una bandera limpia, con la que la corrupción sea perseguida desde el momento en que sólo se insinúe como un brote nocivo; una bandera que ofrezca una esperanza a la mayoría desesperada; una bandera que recupere el interés por las personas y no tema enfrentarse, ley en mano, al poder del dinero.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Brotes verdes


De la novela "El morador insomne", ganadora del Premio Internacional de Novela "Felipe Trigo" 1989.
        
               El pasaje refleja un hecho cierto que conoció el autor en la niñez, en tiempos de estrecheces extraordinarias. El Negro es un personaje real, con otro nombre, de mi infancia.

    " Al Negro no le conoció nadie un amo. El único nombre por el que era conocido le venía de uno de sus muchos oficios. Durante buena parte del invierno llevaba la cara negra del polvo del picón. El Negro podaba gratis los olivos de la gente, si le dejaban el ramón para hacer cisco.
    El sepulturero Onésimo, al que apodaban Juan sin tierra porque se había quedado el cementerio algo pequeño con el paso del tiempo, se echó a dormir, borracho, en una fosa recién abierta, y allí se lo encontraron, muerto, jugando una partida interminable con sus viejos clientes.
       - Tú eres ahora el sepulturero - le dijo el alcalde Bohígas a Panarra. Y le dio la gorra sudada del antiguo.
   No era mal oficio, tranquilo, respetable y con horario fijo.
          - Don Francisco - le dijo un día Panarra al alcalde falangista -, que de noche me siegan la yerba de las tumbas.
   Avanzado el verano, sólo había yerba en el cementerio, sobre las tumbas, a la sombra de los cipreses. La tierra mejor abonada de toda la comarca.
   Contaba Panarra que el alcalde Bohígas se rascó tras la oreja.
           - Pues no hay ni que consultar al cura. Eso es profanación. Así que esta noche te escondes y me pillas al que se está llevando la yerba de los muertos.
    Y aquella noche Panarra, obediente, dándose ánimos con la botella, aguardó entre las tumbas al ladrón de la yerba del camposanto. Estaba la luna impasible, la luna grande y pálida, a caballo sobre las tapias, cuando vio Panarra un envoltorio cayendo entre las tumbas. Arrojó la colilla y allí se encaminó con paso quedo. Al poco devolvía el envoltorio por el mismo camino. Alguien jadeaba al otro lado por el esfuerzo de encaramarse a la tapia, de una altura razonable. Tras una larga pausa, oyó con claridad la voz del Negro.
             - Si sois las ánimas, no tener miedo, que yo vengo por  yerba...
             - Todavía no soy un ánima, Negro. Soy Panarra. Y ahora te vienes conmigo al cuartelillo.
  Ya se escuchó fuera la carrera desaforada del Negro, que aquella noche se quedó sin yerba para la camada de conejos.
    El alcalde Bohígas olvidó el asunto, porque el Negro también podaba sus olivos. Y aquella historia se corrió como la pólvora por las tabernas, por los corrillos de comadres que se forman a la puerta del mercado de abastos, y hasta los niños la contaban en los círculos de empecinados  jugadores de bolindres. Pero perdió vigencia. El Negro jamás cayó en el olvido, sin embargo. Un pueblo necesita al habitante del último arrabal, el inquilino del ejido, vecino de las hordas de perros abandonados que pululan por los basureros buscándose el sustento. El Negro, sin saberlo, era la referencia última de la desgracia, el límite intolerable de la miseria. Cualquiera que viviera en mejores condiciones se sentía  un ser afortunado"
          Ahora hay gente principal que ve ya brotes verdes. Primero fue el Rey desde la India; luego, la ministra de Trabajo; al poco, el presidente de la patronal. Y recientemente, el Fondo de Rescate Europeo, que ha visto "curvas positivas" en cuanto a los "criterios básicos" de la economía en los países "sometidos a turbulencias". Su portavoz, Klaus Regling, utiliza un lenguaje moldeado en la ambigüedad de la perífrasis, seguramente para que la mentira pase algo más desapercibida entre tecnicismos insoportables.El criminal nunca llamará crimen a su obra.
    Acabaremos por creerlos.
   Yo, terco y recalcitrante, buscaré entre la descendencia del Negro; seguramente alguno de sus muchos hijos, - tuvo casi tantos como perros- reservados,distantes, silenciosos, eternamente fugitivos de los niños de sus edad, quedará en el barrio de viviendas sociales que levantaron los alcaldes socialistas en los antiguos dominios de su familia, en el suburbio de la Fuentecita, rayando ya los límites oscuros de las primeras bocas cercadas de las minas de la Oscuridad. Alguno habrá heredado la habilidad del padre para encontrar yerba en los agostaderos. Le pediré, si no es molestia, que me certifique lo de los brotes verdes. Más me fío yo de ese criterio que del  de la gente principal que he mencionado.

martes, 13 de noviembre de 2012

Derechos Civiles

    Hoy acojo es esta Crónica de la indignidad la reflexión de una amiga, letrada, obstinada, concienzuda, convencida de que la recuperación de lo que ya nos han arrebatado ha de ser una empresa que eche sobre sus hombros la ciudadanía, o no será posible. Ella está empeñada desde hace ya muchos años en la defensa de un elemento fundamental y diferenciador en las sociedades que pretenden ser justas e igualitarias, los derechos civiles, como el título indica. Celebra en su artículo que , a pesar de los malos tiempos que corren, el compromiso del muy conservador poder judicial en la defensa de algunos de esos derechos civiles da  pábulo a la esperanza. Lo sostengo. Lo aplaudo.


 Hoy el espacio es de:
CARMEN PÉREZ ALFONSO
Abogada. 


DERECHOS CIVILES

  Detrás del bombardeo masivo de noticias económicas que desde hace ya años nos acompaña mientras nos reunimos en torno a la mesa, en el desayuno, en el almuerzo o en la cena, esos momentos en que buscamos un poco de sosiego en nuestras abrumadoras vidas, se solapan muchas historias que el periodismo se empeña en ocultar como si en una tormenta perfecta se hubiese juramentado con los bancos, el Gobierno y la Merkel, para adoctrinarnos en una sola materia de la que acabaremos siendo especialistas: la crisis económica.

            La prensa, al igual que nuestros ajados políticos, realiza la labor del cenizo. Ni unos ni otros nos permiten vislumbrar un rayo de esperanza, una nueva idea; ni unos ni otros toman la antorcha de un liderazgo que nos haga sentirnos más optimistas.

            Todo ello viene a cuento de la percepción de una gran paradoja: el estamento conservador por antonomasia, la judicatura, en corto espacio de tiempo y bajo la batuta de un gobierno conservador, ha dado signos inconcebibles para cualquiera que la conozca de cerca, de proteger bajo sus togas y sus puñetas una idea igualitaria, humanista para otros, democrática para  los más comprometidos, que alumbra un concepto firme de aquello que los americanos denominan derechos civiles.

            Resulta buena prueba de ello el ejemplo de algunos jueces negándose a ejecutar el lanzamiento de los hipotecados, a los que las entidades bancarias prometieron que iban a vivir treinta o cincuenta años más, y, además, con buena salud, mientras los hacían sus esclavos; y como aquellos esclavos del derecho romano, mediante un trabajo duro de por vida, muchas décadas después, serían manumitidos y libres, y alcanzarían el derecho de propiedad que según los clásicos comprendía desde el cielo hasta el averno. En nuestro caso, y con suerte, setenta metros cuadrados con ascensor.

            Pues bien, las Señorías, o por lo menos algunas de ellas, han gritado ¡basta!  Ni los hipotecados viven tanto, ni tienen tan buena salud; de hecho, algunos tienen el mal gusto de matarse antes de que les toque su turno, y el trabajo duro que les iba a manumitir ha desaparecido como en un truco de magia.

            Los políticos, a lo suyo, corriendo de un lado para otro para hacer unos apaños a las leyes que les permitan callar a algunos, y no contentar, ni resolver, legal y definitivamente la cuestión. Tres días de radio y dos de televisión, algo en prensa escrita y hasta el próximo lanzamiento o suicidio. El problema hipotecario tiene una enjundia y trascendencia que necesitaría un Pacto de Estado de ésos que por aquí no cuelan.

            Las Señorías, hace poco, también decidieron partir una lanza a favor de la custodia compartida para los hijos, vía sentencia del Tribunal Constitucional, a cuyos jueces los ciudadanos imaginan alrededor de una gran mesa en una habitación oscura y, todos, con bastones, como en la película de Mary Poppins. Seguro que después de parir la Sentencia y leer y oír algunos de los comentarios que se han hecho contra la misma, se han subido al techo muriéndose de la risa. ¡Qué país éste!  Hace tres décadas, a la mujer ni agua; casada y apaleada de por vida, que ¡algo habrá hecho! Y ahora, el mero hecho de reconocer el cambio social experimentado en nuestros varones que quieren educar y amar a sus hijos en igualdad de condiciones con las madres, les hace acreedores de epítetos tales como violadores, maltratadores, pederastas, y otras lindezas; y no sólo a ellos, sino a cualquier profesional del derecho o de los medios de comunicación que celebre la Sentencia.

            Finalmente, y con un significado muy especial para quien escribe estas líneas, los Excmos. Sres. del Constitucional –que con ese tratamiento ya hay que tener valor-, fallan a favor del matrimonio entre parejas del mismo sexo y admiten que adopten hijos. En el año 97 me permití publicar en una revista de homosexuales mi tesis a favor de la constitucionalidad de este tipo de matrimonio y se me recriminó cariñosamente que, con tantas pretensiones fantasiosas, iba a perjudicar la causa de la Ley de parejas de hecho que, bajo el prisma de la época, era lo único que podía conseguirse siendo realistas.

            ¡Pues, no! Precisamente la realidad es tozuda. Los hipotecados no viven eternamente laboriosos, en perfecto estado de salud como si este país fuera Shangri-La; los hombres  desean llevar a sus hijos al colegio, contarles algún cuento por las noches,  arroparlos,  escucharlos,  reprenderlos,  oír sus risas, o sus llantos, sus afanes o frustraciones, y no son maltratadores, ni gente de peor ralea aún; ni amarse, cuidarse, respetarse, guardarse fidelidad, socorrerse en la enfermedad y cuidar de unos hijos, es la suma de un útero más unos testículos.

            Si están hastiados de noticias terribles, les animo a ver la otra cara de la luna: la igualdad es importante en democracia, y el concepto derecho civil, al que va dedicado toda esta reflexión, es piedra angular para que la realidad dé un vuelco. No podemos, como los animales en la granja, ser todos iguales, pero unos más iguales que otros. Hay que sentarse en el asiento del autobús, como hizo Rosa Parks, y ya no levantarse por mucho que la regla, la norma escrita, diga esto o aquello. Una sociedad consciente de sus derechos civiles será una gran sociedad, y si nos los tienen que recordar o descubrir los jueces, bienvenidos sean al tablero de la igualdad.

            Vayamos celebrando estas buenas noticias y dejemos para el futuro otras reformas y otras batallas que se me quedan en el tintero. Si me dejan, pienso de vez en cuando insuflarles algo de ánimo y optimismo. A nosotros  no nos deja perplejo el “yes, we can”, cuando miramos hacia atrás y vemos lo conseguido en una treintena de años. Entonces fue una cuestión de fe en el futuro y en eso debemos trabajar en este momento.

lunes, 12 de noviembre de 2012

La maldición de Casandra

     Me refería ayer a este proceso por el que el capitalismo nos desplaza al extrarradio de la miseria y nos arrebata derechos que nos ha costado siglos conseguir como un proceso de conquista, otra forma de guerra enmascarada. 
     Alguien podría pensar que es una comparación inapropiada.
     Nuestro mundo actual está poblado mayoritariamente por dos tipos de individuos, los embaucadores y los que se dejan embaucar. Hay un tercer grupo, muy minoritario, integrado por los que intentan desenmascarar los argumentos de los embaucadores; con escasa esperanza, hay que decirlo.
      Los embaucadores tienen un proyecto de sometimiento y de dominio. Son portadores de una ambición sin límite. Para ellos, el bien y el mal son sólo conceptos en algún diccionario. Han conseguido complicidades poderosas. Corrompen, manipulan, condenan sin necesidad de tribunales ni letrados, transforman de forma radical el horizonte humano, manejan los hilos del destino como aquellas tres Parcas temibles que el Mito presintió emboscadas entre las brumas que pueblan ese espacio inestable que separa el mundo de los vivos y la nada absoluta.
    Los embaucados lo presienten, pero prefieren los márgenes de la batalla, donde se creen seguros. Esperan que los cambios, cuando esta guerra declare su indudable vencedor, no afecten demasiado a su existencia. Esperan, también, que les aclare el panorama de competidores y enemigos. Son portadores de un gen de derrotados previos,  de esclavos desde la cuna, de cómplices  por omisión, de fugitivos permanentes, de habitantes de los espacios sombríos, de acaparadores de sobras con las que parecen contentarse.
      Y, luego, están aquellos que pretenden minar el amplio pedestal desde el que los embaucadores envenenan el aire con sus palabras escogidas y establecen los planes de conquista. Parecen portadores de la maldición de Casandra. Como si  Apolo les hubiera escupido en la boca y los hubiera condenado a predecir el futuro con exactitud , para no ser creídos.
    Los embaucadores achacan sus palabras a prejuicios que no tienen cabida en este mundo donde las ideologías resultan innecesarias, donde la derecha y la izquierda ya no se distinguen, donde la cruda realidad nos marca las políticas posibles. Los embaucadores los clasifican , con un media sonrisa de suficiencia o de desprecio comprensivo, como gente de extrema izquierda, desfasados, desubicados, anacoretas que predican en el desierto, nostálgicos de tiempos políticos que ya no volverán.
     Los embaucados seguramente asentirán, mientras el drama no llame a sus ventanas o a sus puertas. No escucharán a Casandra porque temen al dueño del destino. El miedo es el antídoto perfecto para la rebelión. 
     Pero Casandra inevitablemente cumplirá su función. Para eso ha sido puesta entre los hombres. Anunciará el futuro a pesar del descrédito que produjo en sus labios la saliva de Apolo. Y si alguien ordenara a un verdugo que le cortara la lengua, Casandra nos dejará sus profecías escritas  con su sangre sobre las paredes encaladas de nuestras  plazas.
      Y hoy Casandra nos dice que esta guerra dejó de ser incruenta hace ya tiempo. Y que mañana morirá gente en Grecia; personas aquejadas de cáncer no tendrán medicamentos para seguir su tratamiento. Laboratorios internacionales de la Europa cristiano-demócrata, que acude a su iglesia los domingos, los han condenado a muerte, porque no tienen garantías de que el país pueda hacer frente a su creciente deuda. No es una afirmación exagerada. Mañana morirá gente en Grecia porque no tiene acceso al medicamento que la mantiene con vida. Así de crudo.
      Cuando la jaqueca os lleve al cajón donde guardáis algún remedio contra ella, - todavía podéis- sabed que lo fabricó algún  asesino. 
     Probablemente Casandra acertará cada día cuando nos anuncie el futuro. Incluso, lo sabremos. Su maldición actual no es el descrédito. No es ella la que resultó contaminada por la saliva de un dios defraudado y vengativo. Somos nosotros. Esa saliva venenosa alcanzó a nuestra dignidad y la sumió en un sueño profundo y paralizador. De resultas hemos aceptado, embaucados o cobardes, que el destino que anuncia Casandra resulta inevitable. 

domingo, 11 de noviembre de 2012

Wert ha plagiado su reforma educativa


       Desde la aparición del llamado Estado del Bienestar dos servicios públicos han experimentado un crecimiento espectacular, la Sanidad Pública y la Educación Pública. Ambos servicios tienen millones de clientes, prácticamente por obligación, en todos los países del mundo. A ambos servicios destinan los países del mundo miles de millones de euros cada año. Ambos servicios son un excelente caladero de negocio para el capital. Especialmente, en aquellos países donde los gobiernos actúan como mera avanzadilla de los intereses del capitalismo. Nuestro caso es ejemplar.
            La gran disculpa está en la crisis. Pero es sólo eso, una disculpa. La crisis se acentúa y no se soluciona a voluntad. Con ello se crean las condiciones necesarias para suplantar al Estado en sus dos vertientes, proveedor de servicios y garante de derechos y libertades. Y ese proceso se está culminando  con éxito creciente en muchos países. Parece no importar ya poner de manifiesto que los sistemas democráticos son pura apariencia. Que es el capital el que ha suplantado al Parlamento. Que la dictadura resulta insoslayable.
            Es, sencillamente, un proceso de conquista, sin trincheras, sin divisiones acorazadas de costoso mantenimiento, sin el descontento creciente de las masas de población que proveen de cadáveres potenciales a los estrategas.
            El descontento generado es diferente, y puede ser manipulado hasta que deje de ser indignación y pase a convertirse en un estado de ánimo cercano a la melancolía, al sentimiento de culpa, al individualismo desolado, a la aceptación de lo sobrevenido como algo inevitable. 
            Es su estrategia. Es su discurso.
            Es nuestro destino según todos los datos que hoy podemos cotejar.
            En España, con un gobierno mayoritario de la derecha ultraliberal y revanchista, la oportunidad está siendo aprovechada. En Sanidad, mediante el establecimiento de  copagos, la limitación de infinidad de prestaciones y la privatización de servicios hospitalarios han comenzado su proceso invasivo sin andarse por las ramas.
            Hoy me preocupa más la Reforma Educativa. Responde de forma nítida a un proyecto de organización social que  atenta contra la dignidad humana y contra la igualdad de oportunidades. Programa, para mañana mismo, una sociedad injusta y regresiva.
            La reforma educativa del Partido Popular no es una ocurrencia de este ministro cínico, que afirma no acudir al Parlamento el día que se propone su reprobación porque las votaciones parlamentarias son un trámite aburrido. Responde a una estrategia mundial del capital que dirige los destinos del mundo. El Partido Popular tan sólo colabora. No son sino la expresión cañí y alcanforada de esa derecha europea, universal, cómplice del capitalismo sin máscara, que arrebata a los pueblos los derechos conquistados, al tiempo que los empobrece y los prepara para el sometimiento al sistema productivo rayano en la esclavitud legalizada.
            La reforma educativa del Partido Popular responde a la servil aceptación del diseño de la OCDE -(Organización para la Cooperación y el Desarrollo, integrada por los países más ricos de la tierra)-, plasmada en su cuaderno de política económica nº 13, del año 1996. No se trata de un invento reciente, desde luego. Establecía la OCDE, ya en esas fechas, que el mercado laboral de los países desarrollados manifestaba una tendencia bipolar, se generarían empleos de alta cualificación tecnológica y bien remunerados, pero en torno al 60 % de los empleos futuros  sería para trabajadores sin cualificación.
            Las previsiones se están cumpliendo. Los empleos que han sostenido tradicionalmente a las clases medias, sencillamente están dejando de ser rentables o necesarios desde la perspectiva del capitalismo rampante. Los obreros especializados están viendo disminuir su número de forma drástica. Las clases medias, antes mayoritarias y animadoras del consumo, se están viendo obligadas a  aceptar su destino, que no es otro que engrosar el número de pobres en el mundo.
            Lógicamente, ante esta perspectiva, el capitalismo se planteaba, ya en 1996, la absoluta ineficacia económica de la masificación de las enseñanzas. Las clases medias no sólo deben aceptar su pérdida de poder adquisitivo; habrán de aceptar también el empobrecimiento cultural.
            La estrategia política recomendada por la OCDE a los gobiernos era disminuir de forma paulatina la dotación a la enseñanza; recomendaba no limitar el acceso a las enseñanzas públicas, aspecto que tendría fuerte contestación social, sino ir bajando gradualmente la calidad de la misma mediante el aumento de las ratios escolares, el aumento de las horas de dedicación del profesorado, la supresión de programas costosos de atención a la diversidad, la selección temprana del alumnado cuyo destino debería ser engrosar esos empleos de baja cualificación, y, al tiempo, aumentar las exigencias económicas en las matriculas de la Universidades e ir disminuyendo la cantidad destinada a  las becas.
            Reflexionad un poco. ¿Es ésta la reforma de Wert o es la reforma del capitalismo internacional? Yo no tengo la más mínima duda.
            ¿Dónde está el negocio, pues…?
            Hay que preparar gente para las necesidades de trabajadores cualificados. Esta preparación será muy selectiva. Estará en manos privadas. Accederá a ella quien pueda pagarla. Lo hará, con tal de tener acceso a profesiones bien remuneradas. En España está en marcha. Las Consejerías de las Comunidades gobernadas por el Partido Popular solicitan que la Ley de Educación blinde la Enseñanza Concertada; proponen la cesión de suelo público durante 75 años para garantizar el éxito de sus compañeros de viaje.
            ¿Y la Enseñanza Pública? Tomaos la molestia de observar lo que sucede en la mayor parte de los Centros Públicos de los Estados Unidos. Con ello estará todo explicado. Un submundo educativo mal dotado, donde sobreviven a duras penas los profesionales sin otra alternativa; un refugio de inadaptados, de adolescentes sin perspectivas a los que la dureza de sus vidas no les deja espacio para cultivar otros valores que aquellos que les permitan sobrevivir en ese mundo feroz y competitivo que el capitalismo ha diseñado a su medida.
              ¡Pensad un poco! Solamente os pido que penséis. Luego preguntadle a vuestros conocidos que votaron a la derecha lacaya del capital internacional si es ese el mundo que desean para sus hijos. Quizá estemos a tiempo. El voto, como la poesía, es un arma cargada de futuro.